Entrevista en la edición número 82 de la Mostra de Venecia con Gabriel Azorín, director de “Anoche conquisté Tebas”. En la conversación participa también el consigliere Celso Giménez. La película dirigida, presente en la sección Giornate degli Autori, etsá ambientada en unas termas romanas del noroeste de España, donde se entrecruzan varios planos temporales.
“Anoche conquisté Tebas” se caracteriza por su ritmo pausado y escenas largas centradas en conversaciones, una elección deliberada que según su director, Gabriel Azorín, refleja la naturalidad de la experiencia humana. La película presenta a un grupo de jóvenes en las termas de Ourense, donde distintas generaciones encuentran un espacio para dialogar y compartir. La decisión de mantener un ritmo humano, alejándose del montaje acelerado típico de muchas producciones contemporáneas, busca generar en el espectador una sensación de inmersión y tiempo compartido similar al que sienten los personajes.
“El ritmo de la película es deliberado; buscamos acercarnos a la cadencia natural de la vida“, explica Azorín. “Nuestro objetivo es confiar en el espectador, en su paciencia y en su capacidad para encontrar belleza en esas largas conversaciones“. Esta aproximación contrasta con las tendencias actuales en el streaming y cine más comercial, pero se alinea con la tradición del cine más auténtico y reflexivo, que prioriza la experiencia y la introspección.
Plot
Unos chicos portugueses cruzan la frontera para bañarse en unas termas. Allí se encuentran con varios grupos que han ido a pasar la tarde. Unos buscan descansar; otros, diversión. Como si se tratara de un ritual, todos contemplan juntos el atardecer e inician el camino de regreso a casa. Al caer la noche, el vapor del agua lo envuelve todo. Es entonces cuando aparecen los soldados romanos que construyeron esas termas. Y su edad y sus preocupaciones no son muy diferentes a las de los chicos portugueses.